Restaurante Naia de Mikel Otaegui: deseos hechos realidad
El restaurante Naia es el deseo hecho realidad del chef Mikel Otaegui. Una propuesta gastro absolutamente diferenciadora que desarrolla en un ramillete variado de creaciones muy bien pensadas. Además el enclave acompaña. Naia se asienta en la cara oeste de la privilegiada ribera capitalina, siempre resguardada del viento, y en primera línea con una serena postal del charco que redondea la experiencia.

LO MEJOR
- El vermut decisivo. Llegar pronto a la terraza de Naia y abrir boca con un vermut mientras decides cuáles serán las delicias de tu comanda. Las barquitas están posadas en El Charco, suena buena música, y el vermut hace su efecto, abre el apetito y a partir de ese momento van llegando los deseos de Otaegui transformados en realidades sabrosas.

TENGA EN CUENTA
- El Charco de moda. El Charco de San Ginés lleva más de un lustro ejerciendo de pulmón de Arrecife. Resulta entendible porque esa ribera maravillosa parece un imán. Son cientos de usuarios que cada día encuentran en el Charco su kit kat, residentes y turistas. Por eso siempre es mejor reservar previamente en Naia-Mikel Otaegui llamando al 928 805 797.
Dónde: Avda. César Manrique, 33 (Charco de San Ginés), Arrecife (mapa). Cuándo: Todos los días excepto los domingos de 13:00 a 16:30 y 20:00 a 23:30. Precio aproximado/comensal: Entre 20 y 25 euros. Reservas: 928 805 797.
PARA ANTES O DESPUÉS

La localización de Naia-Mikel Otaegui en el Charco de San Ginés supone estar inmerso en el centro capitalino y su pequeño casco histórico que gira alrededor de la Iglesia de San Ginés. Hay posibilidades varias de encadenar planes para antes o después de su sesión gastro en Naia. Se las presentamos por temáticas.
- Lugares y paisajes. El conjunto histórico del Puente de las Bolas y el Castillo de San Gabriel está a apenas 5 minutos del Charco, así como la Iglesia capitalina, La Plazuela y la Calle Real, que son sus principales vías comerciales.
- Un baño. Arrecife también es destino de sol y playa. Puedes darte un chapuzón en El Reducto o en el Puente de las Bolas.