Montaña La Vieja de Uga se localiza a un kilómetro al noroeste del pueblito sureño en dirección Timanfaya y la veredita que la bordea parece un eje longitudinal que parte en dos la isla: al este, la Lanzarote antigua erigida en la cadena montañosa de Los Ajaches, la primera que emergió del fondo atlántico hace 11 millones de años, y al oeste, Lanzarote la nueva, arrasada por el fuego de las erupciones del Siglo XVIII (1730-1735).
La ruta no conlleva complicación alguna, ni en desnivel ni en tiempo, para embarcarte de lleno frente a los campos de lava, aparentemente infinitos, que se despliegan desde el entorno más próximo a Montaña la Vieja cuya caldera y lomas recibieron cantidades ingentes de cenizas que son aprovechadas para el cultivo de la vid.
Como en tantas otras ocasiones al enfrentarnos a escenarios parecidos la congoja es automática. Dan ganas de ponerse a cantar malagueñas frente a la estampa dantesca, en la que todavía permanece marcado a fuego, nunca mejor dicho, el sello a devastación.
Ante el dispendio paisajístico conviene pausar el paso, detenerse, acomodarse en algún bloque de malpaís que hará de butaca y extender la mirada a la eternidad volcánica derramada. Si van bien de piernas les recomendamos que asciendan a lo alto de Montaña Vieja y apliquen el ejercicio contemplativo anterior, pero esta vez desde las alturas…
Toca descender y volver por donde hemos venido. La ruta de ida y vuelta sin subida a la montaña se hace en unos 20-25 minutos mientras que ascenso mediante a la cima le llevaría unos 35-40 minutos.
Un buen día para reservarse este sencillo sendero es el sábado, que coincide con el Mercadillo Artesanal en Uga (MAPA).
LANZAROTE3.COM
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