Esos días en los que las playas de Puerto del Carmen están abarrotadas de gentes sedientas de bañazos reparadores, la opción de escapar de las aglomeraciones se concreta en el viejo embarcadero del Hotel Fariones. Más hoy si cabe, tras el penúltimo intento de la propiedad de reservárselo para sí, portón incluido, que lo aísla (al embarcadero) mucho más.
El resultado es una calita solitaria, completamente asocada, orientada hacia Los Ajaches y Fuerteventura de forma envidiable, aguas turquesas, ideales para darse a la natación o al chapuzón sosegado.
Su acceso pedregoso resulta garantía de poco tráfico de bañistas. Éste solo es posible salvando la zona rocosa que se localiza al norte de la playita del hotel (mapa). El paseo por el malpaís es ridículo, unos 60-70 metros de incomodidad para llegar a este pequeño paraíso.
Nosotros acostumbramos a llegar a sus dominios sobre las 6 pm con la vista puesta en tomar el último baño con el atardecer zambulléndose tras la silueta de las montañas ajachianas posadas en el horizonte.
¡Apúrenlo como si fuera un cóctel dulzón! Sorbito a sorbito, chapuzón a chapuzón, brazada a brazada, el embarcadero forever and ever, nuestro, tuyo.
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