Seguimos de ronda de planes perfectos por Lanzarote. En esta ocasión nos embarcamos en la historia viva del Faro de Pechiguera, la sencilla vereda que conecta este punto con las famosas piscinas naturales de Los Charcones, un arroz regenerador y un atardecer galáctico. ¡No va más! Ganará la banca, que eres tú.
[MENÚ REDONDO EN EL CHIRINGUITO TRAS EL BAÑO EN LOS CHARCONES]
El sendero parte desde el mismo Faro que alumbraba la Bocaina (brazo de mar que separa Lanzarote de Fuerteventura) a los barcos desde 1866. 120 años estuvo operativo. A la izquierda del viejo faro se localiza el camino, avenida marítima en su inicio, veredita de tierra tras el primer kilómetro. Son 5 kilómetros de caminata sencilla y llana hasta alcanzar Los Charcones situados en el entorno del hotel abandonado en 1973 por la crisis petrolera.
Obviamente, hay que llevar el bañador en la mochila, y los escarpines a poder ser, además de avituallamiento, crema solar y una muda para el camino de vuelta. Y con el bañador puesto, o sin él, alejop, bañazos…
Los Charcones son cientos de piscinas naturales esparcidas por el valle rocoso del suroeste de Lanzarote, desde Pechiguera a prácticamente la playa de Janubio se suceden las pozas de diferentes tamaños y tonalidades.
Un chapuzón tras otro conforman una experiencia top. Eso sí, no nos cansaremos de subrayar que los charcos se encuentran cerca de la brava costa suroeste, aquí pega el mar con violencia, por lo que resulta ridículo arrimarse a ella (a la costa). No hay necesidad porque los charcones están acantilado adentro.
De vuelta a Pechiguera: Un arroz espera por ti
Ensalitrado y con la muda puesta, vuelves al Faro de Pechiguera por donde has venido, pero no te pares en él, prosigue tu marcha otros 500 metros y te encontrarás el Chiringuito de playa más juguetón de la isla: El Chiringuito Tropical Lanzarote de Luis Benito.
Cañas, vinos, tomatitos de Tinajo, sardinitas de La Tiñosa, zamburiñas…comer con el mar a tus pies y la postal de Fuerteventura e Isla de Lobos en el horizonte. Remata a gol con un arrozazo. Reserva tu mesa llamando directamente al Chiringuito: 645 487 165.
El caso es que delante del Chiringuito está la calita Calimera y entre ello, la puesta de sol y los pitagines (una ginebra de aloe vera)…
…te va a costar decidirte por partir de vuelta. Un día es un día, alarga la jugada hasta que caiga el sol y redondea el plan perfecto.
Alargando la sobremesa: Bañazos con vistas a Fuerteventura y atardecer galáctico
Recomendable que entre pitagines, vinos y licores te des periódicos baños en la calita. Una auténtica gozada por la quietud de sus aguas turquesas.
Tras el penúltimo baño, quizá el mejor, vas tomando conciencia de la que se avecina: un atardecer galáctico que va a posarse en el suroeste, el sol absorbido por el Atlántico a cámara lenta.
¡Suertudos! Es un tipo de magia. Ahí va tomando forma el atardecer tiñéndose el cielo y el mar de naranjas, ocres, amarillos…
Recuerda que el coche lo dejaste aparcado en Pechiguera hace ya como 8-10 horas. Sí, el tiempo pasa volando. Toca recoger los bártulos, quitarse el jable que decoran tus pies, y caminar con clara intención de mordisquear una pequeña porción de ese atardecer. ¡Feliz planazo!
LANZAROTE3.COM
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