Insólita Timanfaya es recorrer las Montañas del Fuego en versión premium con una guía que interpreta el majestuoso escenario, en petit comité (grupos de como máximo 18 personas) y con degustación en el Restaurante El Diablo.
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♂️ Así lo vivimos…
Nos encontramos con nuestra guía, Vanessa, en el exterior del Taro de las Montañas del Fuego. La cita con Insólita Timanfaya empieza a las 8:45 am y mientras llega toda la grupeta aprovechamos para inspirar, inspirar y volver a inspirar.
Aún no entramos y el colocón a naturaleza salvaje empieza a tomar forma. Irá in crescendo hasta alcanzar uno de sus momentos álgidos al coincidir con el redoble de tambores de la banda sonora de 2001: Una odisea en el espacio.
La peña insólita atraviesa la estrecha vía que te lleva a la Boca del Infierno…
…y una vez estacionados nos embarcamos en la Ruta de los Volcanes, un apasionante viaje en guagua sorteando un mar de lavas imposible de describir. Al volante, sigiloso y sutil: Carmelo.
Y es a partir de este momento, acomodados en las butacas de la guagua, cuando el factor diferenciador de Insólita Timanfaya toma una importancia trascendental.
Y el hecho diferencial, siéndolo, no es sólo esta postal inabarcable a los sentidos que deja ojiplática a la parroquia…
Siendo la raíz, decíamos, el hecho diferencial está en el susurro de datos y conocimientos que esparce Vanessa según avanzamos entre hornitos, cráteres, y bombitas volcánicas. Cuando Carmelo enfila Montaña Rajada, oh, sorpresa, exclusividad absoluta al pasear por su Mirador estratégico donde continúa el dispendio didáctico.
Y saber, como nos remarca la guía, que esta pieza de territorio ejercía de granero de Canarias. Después de que el fuego arrasara el lugar e incrementara la superficie de la isla unos 2 kilómetros hacia el suroeste, y mucho antes de que fuera declarado Parque Nacional, entre bloques de lavas y malpaíses los lanzaroteños lograron plantar parras, higueras y coquetas edificaciones (de malpaís por supuesto) que hacían de paseros. Esta es la imagen del recorrido del fuego…
Retomamos el hipnótico viaje en guagua atravesando el relajante Valle de la Tranquilidad, nuevos tubos volcánicos y unos puntiagudos estafilitos (estalactitas volcánicas) para terminar asomando el hocico en el noreste del Parque donde luce palmito, toda presumida, la Caldera del Corazoncillo.
Exhaustos de tanta belleza, con Carmelo enfilando la recta final que nos lleva al Islote de aquel ermitaño, Hilario, que llegó a plantar una higuera en sus dominios pero que nunca dio fruto alguno, ahora sí, redoble de tambores kubriquiano, mejor colofón sinfónico al circuito en guagua imposible, porque en cierto sentido hemos viajado a Marte sin precisar de un cohete ni de velocidades supersónicas.
Desembarcamos en el Hilario en hora punta, casi 11 am, y el trajín contrasta con la parsimonia que llevábamos. Sorteamos a las cientos de personas que se dan cita en el centro turístico, Vanessa alza el brazo y nos hace sentirnos vips totales: «Insólita, Insólita» y allá que la seguimos, a lo que fue el primer restaurantito (el diminutivo tiene sentido) creado por Jesús Soto en 1965 en el que puede sentirse el calorazo por las bolsas de calor concentradas en el subsuelo, a 800 grados, cuyo presión liberada alcanza la superficie a través de grietas.
Cinco años después se le encomendó a Manrique la creación de un nuevo restaurante, y hete aquí que ideó esta maravilla alzada del suelo en alegre panorámica abierta en canal por un inconmensurable ventanal prácticamente en 360º.
Tras narrarnos unas últimas curiosidades, Vanessa nos lleva de gira Globertroter o Lakers de los 80. Fantasía en forma de aulagas prendidas en el agujero, planta zarandeada por Tavito García con igual arte que destilaba el joven botando corners o faltas directas y que le llevó a debutar en 1ª con la UD Las Palmas.
Llamaradas de vapor de agua suspendidas en el aire…
Y un chef cocinando en el grill más portentoso del mundo mundial. Al calor del volcán…
Los diseñadores de la experiencia Insólita Timanfaya adivinaron que el aroma que desprende el grill, a pollo, brochetas y carne de cochino, generaría una fatiga automática a los inéditos. Razón por la que consideraron conveniente cerrar el tour con una degustación made in Lanzarote con vistas al escenario dantesco.
Tomate de Tinajo, quesos lanzaroteños, vinos de esencia volcánica…broche de oro al tour insólito quitándonos la fatiga de encima mientras admiramos el territorio recién recorrido.
¡Pa repetir!
Vivido: Sábado 3 de septiembre de 2022, de 8:45 a 11:30 am.
La experiencia Insólita Timanfaya está habilitada para vivirla cada día en las Montañas del Fuego con reserva previa.
️ Precio Insólita Timanfaya: General: 38 euros/persona; niños general (7-12 años): 19 euros/niño. Residentes Canarias: 30,40 euros/persona; niños residentes Canarias: 15,20 euros/niño. Residentes Lanzarote: 15 euros/persona; niños residentes Lanzarote: 5 euros/niño.
ℹ️ ®️ Información y reserva de Insólita Timanfaya: web oficial de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote.
Cuándo: los lunes, miércoles y sábados a partir de las 8:45 am.
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