«A ver cuándo te pasas a probar nuevos platos, que renovamos cocina», brotó claro y nítido en el celular. Al remitente, Carlos, que comanda Ikarus a fuego con la tradición y calidad por bandera, le cuesta bien poco convencer al destinatario: «si tú me dices ven, lo dejo todo, resérvame para el sábado 27 de mayo a las 14:30», respondió el susodicho, miembro destacado del club «se dejaba llevar».
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La cocina renovada recayó en las manos del joven cocinero Juan Fernández Cuevas, que defiende una plaza, la de Ikarus, más que confirmada como uno de los mejores restaurantes de Lanzarote. Iremos a lo que desfiló por la mesa en breve, pero antes, «oye, Carlos, que no tengo vídeo, ¿me dejarías grabar el santuario vacío, a las 13:00?». Y me dejó…
Tiene un puntito solemne el momento gastronómico en Ikarus. La casona y su aroma a verdad, el entorno monumental de Teguise, el timing del tandem Carlos-Luisa, el mobiliario enfilado al postigo, el hilo musical…¡qué vachaché!
La compañía acompañaba, valga la redundancia, y servidos los brebajes espirituosos empezó el showtime con Carlos como si fuera Magic, repartiendo asistencias mirando al tendido: ahora un lomo doblado extremeño, ahora el ya mítico carpaccio de langostinos que clava el joven Juan, ahora una refrescante ensalada de cosas ricas…
Creíamos que el trío de platos iba a poner el listón a una altura top, top, sin embargo, las plusmarcas están para pulverizarlas. Y así fue porque alcanzaron la mesa unas alcachofas otoñoles confitadas con foie y piñones que cantaban «devórame otra vez», y una vieira en sinergia erótica con mejillones, langotinos, espinacas y acelgas, toda ella, all in, majadita en su concha…
Palabras mayores, ciertamente, estábamos ya por sacar a hombros al joven Juan, que se negó y siguió a lo suyo, bordando el leit motiv de la casa: tradición y calidad. Sobradas en el romerete graciosero servido con calamar en su tinta, sencillamente brutal, y una caldereta de cabra para mojar pan hasta el domingo.
Ikarus tiene también, ya son años, sus rituales como el de pedir mesa en la terraza adoquinada para digerir el festín tras los postres que tuvo sabor a tosta de arroz con leche y fresas de Finca Machinda.
Había que procesar lo acontecido y ya puestos, seguir entonando «vivas a los novios» que entre los comensales había quien pasará por la vicaría el próximo agosto y hacer apuestas preelectorales, que estábamos en jornada de reflexión. Ella, la reflexión, no impidió que un candidato buen amigo se dejara caer por la sobremesa que corría a cámara lenta sobre La Villa.
Dios los cría y ellos se juntan. No éramos los únicos con el ritual digestivo en la plaza y de recuerdos de risas pasadas fue formándose una mesa única y hubo intercambio de pareja de baile (de conversación) mientras el turisteo, los que cenan sobre las 7 pm, inauguraba el pase de cenas de Ikarus con Carlos, inaccesible al desaliento, haciendo de maestro de ceremonias. «Hasta la próxima, coronel», nos despedimos, «nos vemos, capitán», respondió.
Vivido: Sábado 27 de mayo de 13:00 a 19:30 pm.
Por si gustan…
📍Plaza Clavijo y Fajardo, 6, Teguise (mapa).
🕟 Martes y Miércoles de 19:00 a 23:00; Jueves, Viernes y Sábados de 13:00 a 16:00 y de 19:00 a 23:00; Domingos de 12:00 a 16:00.
☎️ 928 845 701
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