Tu Guía en Lanzarote

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Senderismo en La Graciosa: Ruta Norte (Las Conchas, El Arco, El Ámbar…)

Senderismo en La Graciosa. Ruta Norte. Alegranza desde el noreste de La Graciosa. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

De las cuatro rutas oficiales de senderismo de La Graciosa, esta del norte, por su itinerario y kilometraje, resulta la más espectacular. Entre otras razones porque es la que te ofrece una panorámica de todas las islas y peñascos del Archipiélago Chinijo. A saber y por orden de aparición: Montaña Clara, Roque del Oeste, Alegranza y Roque del Este.

Todas vistas desde unos enclaves privilegiados de la isla mayor de Chinijo, La Graciosa, la única habitada desde finales de Siglo XIX cuando se instaló la llamada Sociedad en busca de pescado

15,4 kms de ruta circular que empiezan y concluyen en Caleta del Sebo (capital graciosera), a través de amplísimas veredas que te llevan a las playas paradisíacas de Las Conchas y El Ámbar, a postales hipnóticas como la del Arco de Majapalomas, y a verte en medio de este valle de jable desértico preñado de aulagas. 

Damos por hecho que sabes, y si no te lo recordamos, que La Graciosa, localizada a apenas una milla náutica del noroeste de Lanzarote, se alcanza única y exclusivamente por mar, desde el Puerto de Órzola (noreste de Lanzarote). 

De las dos líneas regulares que se ocupan del servicio de transporte, nosotros elegimos Líneas Romero. Para esta ruta norte de senderismo, te sugerimos que cojas el primer barco disponible con la vista puesta en arrancar a caminar lo más pronto posible.

Viaje a La Graciosa. Vista del Río y Punta Fariones. Fotografía: Josechu Pérez Niz.
Viaje a La Graciosa. Vista del Río y Punta Fariones. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

Por sí misma, la travesía por El Río (el estrecho de mar que separa Lanzarote de La Graciosa) constituye un festín visual de envergadura, que sirve de intro perfecta para lo que está por venir. El día, además, acompañó sobremanera, porque sin una pizca de viento (como era el caso) el norte lanzaroteño y La Graciosa son dinamita pura. 

Barco de las 8:30, desembarcamos 8:50, cafeteamos (americano bien cargado sin una micra de azúcar) en Caleta del Sebo y,  atadas las botas, echamos a andar a las 9:15. Por delante, 4 horas de apasionante aventura.  

Caleta del Sebo: un retrato vivo del Lanzarote de ayer​

Rozando ya los 600 habitantes, Caleta del Sebo conforma un retrato vivo, y viviente, del Lanzarote del ayer que ha logrado mantener prácticamente intacta su impronta, íntima y profundamente ligada a la Reserva Marina que baña sus límites geográficos. 

Salimos de su minúsculo entramado urbano, cuyas vías siguen desconociendo (afortunadamente) el aroma del alquitrán, y nos dirigimos al norte, a una amplísima pista ascendente que guía nuestros pasos al Llano de la Mareta, entre las pequeñas cotas montañosas de El Mojón y Las Agujas, donde tropezamos con estas superficies de cultivo porque solo de pescado, bien lo saben en La Graciosa, no vive el hombre…ni la mujer por supuesto. 

Plantaciones en jable, La Graciosa. No solo de pescado vive el hombre.
Plantaciones en jable, La Graciosa. No solo de pescado vive el hombre.

En 10 minutos habremos superado el desnivel ascendente y, siempre dejando Las Agujas a nuestra derecha, procederemos a descender la conocida La Baja del Ganado que desemboca en el encuentro visual, absolutamente descomunal, con Montaña Clara, el Roque del Oeste (también conocido como Roque del Infierno o Roquete le decían los naturales) y Alegranza (sobre el nombre de estas islas y roquetes: esta delicia de Agustín Pallarés). 

La postal que te encuentras mediado el descenso a la Baja del Ganado. Senderismo en La Graciosa, Ruta Norte. Fotografía: Josechu Pérez Niz.
La postal que te encuentras mediado el descenso a la Baja del Ganado. Senderismo en La Graciosa, Ruta Norte. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

Con esa cara de bobo que se te va a dibujar en el rostro, absorto por la inmensidad natural, seguirás por la cómoda pista hasta encontrar un cruce que te dirigirá a la espalda de Montaña Bermeja (el volcán más joven de La Graciosa). Bien, párate, no continúes por la vereda marcada sin emprender la variante que te embarca en la majestuosa Playa de Las Conchas. 

Playa de Las Conchas de La Graciosa con vistas a Montaña Clara Fotografía Ramón Pérez Niz
Playa Las Conchas de La Graciosa y postal a Montaña Clara. Fotografía: Ramón Pérez Niz.

Merece la pena el kilómetro y medio extra que le vas a echar al cuenta kilómetros de la etapa porque como puedes apreciar en la fotografía superior…son palabras mayores. Eso sí, ten en cuenta que si te decantas por un baño reparador en sus aguas vas a tener que extremar la precaución porque su orografía está expuesta a fuertes corrientes. 

Nosotros tomamos la variante y volvimos al sendero después de un agradable y pausado paseo por la orilla de Las Conchas. Dejamos el chapuzón para El Ámbar. Es ahora, retomado el sendero en dirección noreste, cuando el jable (más blanquecino en esta cara de la isla) presenta miles y miles de conchas minúsculas que redondean un lienzo inabarcable de arena y aulagas.  

Senderismo en La Graciosa. Ruta del Norte. Valle de jable, conchitas y aulagas. En el horizonte el Roquete (Roque del Oeste) y Alegranza.
Valle de jable, conchitas y aulagas. En el horizonte el Roquete (Roque del Oeste) y Alegranza.

Estamos a unos pasos de Los Arcos, una atractiva escultura de piedra natural, esculpida por el Atlántico, y que admiraremos desde la distancia. 

El Arco de Majapalomas, El Ámbar y Pedro Barba

No es capricho, ni ganas de fastidiarle la fotografía. Véase desde la distancia porque corre riesgo de que se desprenda este arco, llamado de Majapalomas, que ya quisiera para sí el acueducto segoviano. 

Los Arcos, al norte de La Graciosa. En el horizonte Alegranza. Fotografía: Ramón Pérez Niz.
Los Arcos, al norte de La Graciosa. En el horizonte Alegranza. Fotografía: Ramón Pérez Niz.

El enclave se localiza a un kilómetro al sur de la punta noreste de La Graciosa y este límite, estando tan cerca, aún fuera del sendero, nos llamó la atención. Allá que fuimos y bien estuvo acudir porque tropezamos con este charcón natural digno de ser revisitado (bautismo pendiente).  

Alegranza, Charcón, Gaviota. Fotografía: Josechu Pérez Niz.
Alegranza, Charcón, Gaviota. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

Entre El Arco de Majapalomas y el Charcón (también pendiente de que alguien nos facilite su nombre), esta otra postal de pescadores locales bregando con la naturaleza en un escenario carcomido por la furia atlántica (recuerden que estamos en el norte de La Graciosa, boca de entrada habitual del alisio que cuando sopla…sopla, precaución en la costa). 

Senderismo en La Graciosa. Ruta Norte. Alegranza desde el noreste de La Graciosa. Fotografía: Josechu Pérez Niz.
Senderismo en La Graciosa. Ruta Norte. Alegranza desde el noreste de La Graciosa. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

Sobrepasada la hora y media de caminata, el cuerpo, más bien las piernas, pide oxígeno. Coincide el momento con las botas dejando huella en la vereda (ahora de jable) limitada por estacas de madera y señales claras que advierten que no se abandone el camino. Salvo para el momento playa, que aunque ustedes vean un letrero anunciando «Lambra» ésta se llama «Ámbar», hay que mantenerse en la pista. 

Sobre el nombre de la playa, ciertamente, así la nombraba George Glass en el Siglo XVIII, en su descripción de las islas: “En el lado norte de La Graciosa hay una bahía arenosa llamada por los nativos La Playa del Ámbar» aunque según apunta Agustín Pallarés el origen del mismo que sugirió el inglés, al contrario de lo que le contaron o entendió Glass «el autor – aclara el lanzaroteño – debió comprender mal lo que le dijeron u oyó al respecto, pues con toda seguridad el tal ámbar gris no era otra cosa que la sustancia de ese nombre producida por el cachalote, que alcanzaba en aquellos tiempos unos precios astronómicos como ingrediente cosmético, alguno de cuyos bloques debió aparecer en aquella playa recibiendo por dicha causa el tal nombre». 

Kit Kat Atlántico

Con anterioridad, siempre que pasábamos por el Ámbar soplaba el alisio con tal intensidad que se nos quitaban las ganas de quitarnos el calzón. Pero hoy, ¡increíble!, el WindGurú muestra un inédito blanco, 3 míseros nudos revolotean tímidos por estos lares, y no quedaba otra que mover nuestras caderas en busca y captura del mar. 

El Ámbar. Vista a Alegranza. Fotografía: Josechu Pérez Niz.
El Ámbar. Vista a Alegranza. Fotografía: Josechu Pérez Niz.

Media horita reparadora para seguir el camino con la brújula orientada al sureste de la isla, a un puñado de casitas que forman Pedro Barba, el otro núcleo residencial que al contrario que la capital, sus moradores residen por temporadas (períodos vacacionales, sobre todo en verano).  

Volver por su embarcadero y echar un paseo por sus callejuelas y casitas merece la pena, pero como ocurre con la variante de Las Conchas, ello obliga a añadir otro kilómetro a las piernas.  

Pedro Barba, La Graciosa. Fotografía: Ramón Pérez Niz.
Pedro Barba, La Graciosa. Fotografía: Ramón Pérez Niz.

Tras su ruta por Pedro Barba, vuelva por donde vino. Toca un Get Back a Caleta del Sebo. 

De vuelta a la capital

En la vereda otra vez, abordamos la parte final del sendero, la que nos devuelve a la capital graciosera por los Morros de Pedro Barba y Las Agujas.

En breve estaremos en la senda del Llano de La Mareta, desde el que podremos ver las plantaciones en jable y el aljibe de las Aguadas, para ya enfilar, cuesta abajo, hacia Caleta del Sebo que hoy se viste de Carnaval. Los hombres y mujeres actuales, gracioseros y gracioseras, andan de parranda, de rancho, recorriendo las casas de los mayores cantándoles, timple, guitarra y lapas mediante. 

Otro mundo. ¡Respect! 

Vivido: Sábado 26 de Marzo de 2022 de 9:15 a 13:15 aprox. 

Ruta Norte: Cosas a tener en cuenta

De vuelta a Lanzarote desde La Graciosa.
Son unas cuatro horas de sendero. A ver si te quedas colgado en el puerto.
  • Distancia: 15,4 kms sin visitar Las Conchas ni Pedro Barba. En torno a los 18 kms si visitas estos enclaves. 
  • Duración: Nosotros tardamos para hacer toda la ruta, con sus variantes, 3 horas y media. No contamos la media hora de chapuzón en el Ámbar. 
  • ¡Respect! Entiéndase que está paseando por un Monumento Natural y frente a la mayor Reserva Marina de Europa. 

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Llegar a Playa La Cocina Montaña Amarilla lleva unos 45 o 50 minutos de caminata desde Caleta del Sebo La Graciosa Fotografía Ramón Pérez Niz
Lanzarote3.com, desde 2013 recorriendo Lanzarote en busca de su esencia. Fotografía: Ramón Pérez Niz.

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