La Torrecilla lleva un siglo custodiando el Volcán de la Corona. El origen de la edificación enraizada en el Malpaís de este espacio natural se remonta a 1918 cuando el Ayuntamiento de Haría tuvo que afrontar la construcción de la actual casa consistorial. Aquel proceso, que conllevó la subasta de algunas piezas de suelo norteño, lo narra el memorialista Jesús Perdomo con todo lujo de detalles:
«En 1918 la Corporación Municipal pone en venta, a través de una subasta, de un trozo del Malpaís de la Corona con que sufragar los gastos que iba a ocasionar la construcción de la casa que posteriormente albergaría al Excmo. Ayuntamiento de Haría. La subasta de los terrenos hizo que fueran a caer en manos de cuatros familias del municipio: Barreto, Rodríguez, Curbelo y López Fontes».
El mayor viñedo del norte de Lanzarote
Fueron los López Fontes los que adquirieron toda la zona circundante al Volcán de la Corona, lo que derivó en la edificación de la Torrecilla en la década de los 20 del Siglo XX que acogería el que terminaría siendo el mayor viñedo del norte de Lanzarote. La producción agrícola giraría en torno a la Bodega Los Almacenes que según apunta Perdomo «en sus mejores tiempos llegó a alcanzar una cosecha de más de 200.000 litros al año» provenientes del cultivo de unas 100 fanegas de tierra.
Además de vino con aroma a malvasía volcánico, comercializado bajo las marcas `Los Lajares´ y `La Torrecilla´, la explotación agrícola vendía en el mercado insular, Fuerteventura y Gran Canaria «gran cantidad de frutas: duraznos, ciruelas, higos de leche, higos picones, almendras, frutos secos…».
Eran tiempos pretéritos al turismo en los que el sector primario resultaba el pivote existencial de las familias de Lanzarote. Justo en las entrañas de la tierra que cultivaban, bajo sus pies, reposaba el Túnel de la Atlántida que décadas después constituiría uno de los reclamos turísticos para atraer a visitantes de todas latitudes a la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua, inmersas en el mencionado túnel que nace muy cerca de La Torrecilla, en el subsuelo del Volcán de la Corona.
La casa encantada que encantó a Peter von. Carnap Quernheimb
A aquellos primeros viajeros que recorrían Lanzarote, esa casona con aire de estar encantada les dejaba embelesados. Muchas décadas después el fenómeno sigue aconteciendo al tropezar con `La Torrecilla´: ¿y esta casa? ¿De quién es? ¿Desde cuándo está aquí alzada? En 1973 el empresario alemán Peter von. Carnap Quernheimb dio un paso más al comprar la casa a los herederos de los López Socas tras quedarse totalmente noqueado con la edificación y sus dominios de naturaleza salvaje.
`La Torrecilla´, una casa de película...de Almodóvar
El caserío norteño también ha enamorado a cineastas como Almodóvar que incluyó algunas escenas de `Los Abrazos Rotos´ en `La Torrecilla´: los fotogramas de la película en los que el escritor Mateo Blanco (Luis Homar) se recuperaba del cruel accidente que sufrió en la isla, y que ocasionó la pérdida del amor de su vida que encarnaba Penélope Cruz, transcurrían en el inmueble norteño.
La última noticia respecto a `La Torrecilla´ es reciente, de agosto de 2024, cuando se supo que se había puesto en venta:
«LA TORRECILLA. con una superficie total construida de 445 m2. La planta baja de 230 m2, tiene 2 puertas de acceso, un pasillo central con las habitaciones situadas a los lados, todas exteriores y desde donde se disfruta de unas vistas impresionantes.
Al fondo nos encontramos la cocina, de aproximadamente 25 m2 y un cuarto de baño completo. A la segunda planta se accede por una bonita escalera y en ella se encuentra un salón, 2 dormitorios y una terraza de unos 30m2 con soberbias vistas y custodiada por 2 torretas, una de ellas con habitación a doble altura y la otra de 15 m2, donde el disfrute del paisaje es un espectáculo».
Con independencia de quien sea el futuro propietario del inmueble, `La Torrecilla´ seguirá ahí plantada y estirada en medio de los viñedos norteños, como queriendo alcanzar el cielo, atrayendo miradas curiosas, despertando la admiración de quienes circulan por el norte en busca del Mirador del Río y el Risco de Famara. En su rol centenario: custodiando al monumental Volcán de la Corona.