🥾 La Senda Ecológica del Tajo en Toledo es un precioso sendero circular que bordea la impresionante ciudad de las tres culturas a la vera del río.
🏰 Hay varias opciones para hacer la ruta. Una corta, de unos cinco kilómetros, que parte del entorno del Puente de San Martín, y otra más larga, de unos 12 kilómetros, que circunda todo el Tajo desde La Alcántara en dirección al Valle, el Puente de San Martín y regreso al puente romano. Nosotros nos decantamos por el segundo itinerario.

🚆 Si llegas a Toledo en tren tendrás un corto trecho desde la estación (mapa) hasta alcanzar la Alcántara recorriendo el Paseo de la Rosa. Unos cinco minutos aproximados de caminata que te situarán en el punto de inicio de la Senda del Tajo con vista primorosa al Alcázar (mapa del punto de inicio de la Senda del Tajo).

Sin embargo, antes de echar a andar por la Senda del Tajo decidimos ascender al Castillo de San Servando que reina y gobierna desde tiempo inmemorial el cerro del mismo nombre (mapa).

🌳 La visita a los jardines del Castillo de San Servando es gratuita. Resultó muy buena toma de contacto visual para hacernos una idea de lo que teníamos por delante. La fortaleza va por el camino de cumplir un milenio de historia desde que fuera mandada a levantar por Alfonso VI en los tiempos de la Reconquista.

👀 Situados sobre el terreno que abordaremos en breve, procedemos a descender del Castillo hacia el punto de inicio del sendero circular. Ahora sí que sí. Caminante, sí, se hace camino al andar.
✍️ La Senda del Tajo: así lo vivimos
🥾 Los primeros pasos de la Senda del Tajo acontecen desde su mirador donde unos patos merodean por el río. La pista de tierra es amplia, tupida de verde, cómoda y agradable. Sortearás desde prácticamente el inicio los vestigios del antiguo poblamiento romano a la vera del Río, tanto en la vertiente por la que caminas como por la que está a tu derecha, al otro lado de la ribera.



🔝 Una nutrida colonia de pajaritos canta alegre. Como para estar tristes, el día es de esos para enmarcar: cielo limpio, cielo azul, 22º, ni una mísera brisa de viento. Crema solar, gorra, mochila con litro y medio de agua y a echar millas. A medida que ganas altura en el ascenso al Valle…

🏛️ Tarareo a Sabina, Una de Romanos, y no es para menos. Una de tantas culturas que no sólo merodeó por el Tajo sino que formó parte de uno de los grandes imperios. El romano alzado hace más de dos milenios en el Toledo prehistórico.

🚷 Recorrerás una zona arqueológica de incalculable valor. Está claramente señalizado por dónde se puede caminar y por dónde no. La visita al Cerro del Bú se divide en dos partes: una en la que asciendes a lo alto del promontorio en donde se reconstruyó el Bú, el Toledo medieval árabe, casi mil años después del declive romano.



La segunda parte de la visita al Cerro del Bú acontece a la vera del Tajo donde todavía permanece el rastro romano…



😇 ¿Qué se siente al borde del Tajo entre adoquines, arcos y muros milenarios? Gesticularás incrédulo, no es posible, no es posible, pero sí, sí que es verdad verdadera, te sentirás tan dichoso como ridículo cuando estés inmerso en el monumento histórico del Bú.
🥾 Toca retomar la Senda del Tajo ascendiendo la vía adoquinada del yacimiento. De vuelta a la vereda paralela a la carretera que circunvala Toledo ponemos rumbo a la Ermita de la Virgen del Valle (mapa) en cuyo entorno próximo se encuentran los miradores desde los que contemplar el skyline toledano.


🇨🇳 Hay tráfico de viajeros asiáticos en los miradores del Valle que hacen méritos para corresponder al estereotipo: silentes y parsimoniosos, van de puntillas y les cuesta un horror responder a mi insistente where do you come from. A la tercera musitaron Chinese como respuesta que no estaba flotando en el aire.
💧 Los runners toledanos nos descubren una vereda que nos situarán en mejor perspectiva para retratar el skyline de la ciudad mientras nos avituallamos.

Oxigenados proseguimos el camino por la senda en un tramo salpicado por algunos hoteles imperiales, unas cepas de los futuros vinos castellanos y siempre una panorámica deslumbrante hacia el Tajo y la ciudad toledana.

Buscamos el Puente de San Martín, la boca de entrada al barrio de la Judería, pero antes de introducirnos en Toledo queda pendiente concluir la segunda parte de esta Senda Ecológica del Tajo.


Hay que atravesar el Puente y girar a tu izquierda donde se localiza una amplia escalera que al descenderla te ubica nuevamente a la vera del Tajo.

🧗♀️ Una tirolina zarandea al otro lado del Tajo a los aventureros que se atreven a quedar suspendidos en el aire. Está guay escuchar la adrenalina vomitada por la boca con forma de grito desaforado durante los 7-8 segundos que dura el viaje aéreo. Nosotros seguimos descendiendo a un cruce de caminos de esos gr que recorren Europa.

Dan ganas de ir a Aranjuez, sin embargo, toca tarde noche toledana y antes debemos concluir la Senda Ecológica del Tajo que dejamos a nuestra derecha en los pasos que nos dirigen de vuelta a la Alcántara.

La agradable pista de tierra con sombra vegetal en buena parte del recorrido sitúan al senderista en la vieja ciudad romana: Toledum.


🎣 Hay quienes echan la mañana, el mediodía y la tarde con la caña apuntando al río. Las capturas vuelven a la ribera porque el pescador sabe que nada puede hacer con el pescado. Lo único, devolverlo al cauce.

Si lo ves pescando aprovecha y pregúntale sobre sus años de chinijo cuando el Tajo era azul marino, limpio y ecológico para regocijo de los toledanos. Ya puestos pídele que te muestre las fotografías de aquel pasado esplendoroso cuando él debía sumar seis primaveras y se daba unos baños benditos a finales de los 60 del siglo pasado.
🏊♂️⛔ El hombre de las cañas te explicará cuándo se jodió el Perú (el Tajo), trasvases de agua mediante y corriente de paso del Manzanares con todo el mercurio que ello conlleva. Resumiendo: ni se te ocurra bañarte. El Tajo se ve…pero no se toca.


🛶 La sociedad hidrológica del Tajo marca el fin de la Senda Ecológica coincidiendo con la zona del barquero que en verano pasea a la muchachada de un lado al otro del río. «Al pasar la barca me dijo el barquero…«.


Un breve paréntesis sobre asfalto en esta zona que separa la Sociedad Hidrológica del Tajo de la continuidad de la senda para el que hay que superar un espacio escalonado que te conecta a la pista de tierra acotada por una barandilla.


Han sido dos horas y media de intensísima caminata. La retina está exhausta de tanta belleza contemplada. La Toledo prehistórica atrapa y enamora. Estamos en situación de inmiscuirnos en la Toledo actual, la ciudad de las tres culturas, cuesta arriba mediante. Un breve kit kat, ducha y siesta, y allá que fuimos.
🎬 Vivido: La Senda Ecológica del Tajo la recorrimos el viernes 16 de mayo de 2025 entre las 10:00 y las 12:30 del mediodía.