El Sendero de Playa Quemada a Papagayo es una dura travesía por el litoral del Monumento Natural de los Ajaches. El caminante deberá superar los continuos sube-baja, terreno rompepiernas donde los haya, que unen los morros, barrancos y valles de esta zona de Lanzarote.
Abrazadas al mar se suceden las calas de místico jable negro y plataformas de piedras pulidas y brillantes, minijardines de cactus, cuevitas expositivas con objetos del mar…una aventura que concluirá en las alfombras doradas de Papagayo.
Pero antes, déjese caer en Playa Quemada, crema solar factor 50 en el rostro, abróchese bien los cordones, y a caminar, que se hace camino al andar.

La salida de la etapa resulta exigente al obligarnos a escalar la primera cota del día: el morro que nos conducirá por la vereda de cabras que conecta Playa Quemada con las playas de La Arena y El Pozo.
Desde las alturas el pueblito de pescadores luce más pintoresco todavía, pero lo que realmente sorprende es la preciosa silueta de La Arena con las trazas de espuma blanca meciéndose en la alfombra de jable negro.
El avituallamiento tras El Pozo: en la Playa del Jardín
El zig zag por la veredita de cabras obliga a transitar con cuidado, sobre todo en los descensos hacia la costa en donde la tierra suelta puede jugarnos un resbalón.
Si a la altura del viejo Pozo de la playa del mismo nombre te dan ganas de hacer el primer descanso, te invitamos a que aguantes 10 minutos porque el avituallamiento te va a sentar de cine en la siguiente calita, en la Playa del Jardín.

El lugar conforma un pequeño oasis inmerso en este escenario seco y desértico. Desde 1991 unos vecinos de Titerroy (Arrecife) se asentaron en sus días libres en este rincón y crearon este vergel complementándolo con una humilde exposición en una cueva aledaña con objetos llegados del mar.
Tras el avituallamiento tocará escalar otro conjunto de morros que nos sitúan en las calas de Los Dises, dos playas inmensas de piedra separadas por un acantilado que salvaremos recorriendo en V el Barranco de los Dises que a su vez conectará con el Barranco del Vallito Negro.

Conviene volver la mirada a nuestra espalda para disfrutar de la estela recorrida, las postales costeras y el contraste de Playa Quemada con los pobladísimos entornos de Puerto Calero y Puerto del Carmen.
De Barranco en Barranco
La perspectiva cambia cuando el terreno obliga a viajar hacia el interior. No se echa en falta la fuerza arrolladora del mar para seguir regalando estampas colosales a la retina. Buena culpa la tiene la cadena montañosa, ocre, blanquecina, tonos amarillos, un crisol, vaya, de Los Ajaches, que constituyen la primera estructura que emergió del fondo oceánico hace millones de años de lo que terminó siendo esta islita volcánica llamada Lanzarote.

Paradójico que de este páramo sediento pueda brotar algún matojo, y sin embargo este ramillete apareció en donde coincidía la caidita de cada barranco: del tamaño aproximado de una pelota de tenis no logramos descifrar qué eran. Al sherpa serbio que nos acompañaba le dio la impresión de que era fruta exótica. Con la duda nos quedamos. (Actualización: horas después de publicar este post en redes sociales nos hicieron saber que la planta es La Cohombrillera, ojito porque es considera tóxica por las personas del medio rural de la isla).

De valle en valle, de barranco en barranco, íbamos colonizando playas. Ésta, si no nos equivocamos atendiendo a Google Maps, es La Fuentecita.

Otra calita de esencia puramente mística, destinada para garantizar el reseteo del sistema nervioso central, capaz de relajar al más estresado urbanita de gran ciudad.
Hacia Punta Papagayo
Por si hubiera falta aclararlo, estas tres horas de caminata transcurren en la más absoluta soledad y será a partir de este momento cuando algún grupo de bikers aparezca en el horizonte y su itinerario serpenteante.

A las puertas de la Punta de Papagayo, en un cruce de caminos de destinos diversos, le sugerimos que tome el de La Torreta. Le obligará a unos minutos más de esfuerzo, pero valdrá la pena pasar junto a los esqueletos de las torretas de antiguo uso militar. La guinda a este desvío surge en esta suerte de cala, de plataformas de piedra y zonas de jable, la última de arena negra que preceden a las de Papagayo, de arena tostada.

Desde aquí obtenemos la inversa de esa postal que apreciamos desde Arrecife, cuando perdemos la mirada hacia la silueta de estas montañas en busca de un atardecer de ensueño. El reverso es el atisbamiento, en mininatura, del Arrecife Gran Hotel.
"Libertad, libertad"
La última media hora del sendero (dejamos uno de los coches a la altura de los chiringuitos de Papagayo) acontece en la exótica sucesión de playitas de Papagayo. En Puerto Muelas está posado un flow naturista al que dan ganas de apuntarse quitándose la ropa.

Agazapados bajo el acantilado el tiempo parece detenerse entre baños nudistas y exposiciones al sol cual lagartijas desérticas. ¡La felicidad!

El flow auténtico deriva en la estampa más comercial de Papagayo. Como si de un “Dónde está Wally” se tratara, asistimos dichosos a la dictadura del “instagrameo”. Mientras se agolpan en la Playa de Papagayo nosotros pedimos mesa en uno de los dos chiringuitos, emplazados en antiguas chozas de pescadores de Papagayo.

Solo la foto explica que elijan esta playita, cuyas aguas distan de ser las mejores de Papagayo. Pero en fin, ellos sabrán.
Chipirones, arroces, pescados y malvasías
En los chiringuitos preparan cefalópodos variados a la plancha (pulpo, chipirones), pescadito a la espalda y arroces a maridar con malvasías volcánicos.
Antes de reponer energía les invitamos a darse al noble arte de la crioterapia natural sumergiendo las piernas en las aguas turquesas, estas sí, de La Cera o del Pozo. A la derecha de los chiringuitos.

Ahora sí, cañas que alegren el alma en Casa El Barba, encontramos mesa milagrosamente.

Con la boca refrescada, y el gaznate, hicimos balance de la aventura y desventuras (pies hechos papilla), de las sensaciones, de lo bien que sienta salir del caparazón de la rutina…
COSAS A TENER EN CUENTA
- DISTANCIA: 18,77 kms.
- DURACIÓN: 5 horas exactas (de 9:15 a 14:15).
- DESCARGA LA RUTA. Wikiloc.
- DOS COCHES. Dejar un coche en Chiringuito de Papagayo, viajar a Playa Quemada con el otro coche.
- SOLO 1 COCHE. Limitar el sendero hasta la Playa del Jardín, ida y vuelta.
LANZAROTE3.COM
Si has llegado hasta aquí, déjanos comentarte que desde 2013 recorremos Lanzarote en busca de su esencia para que la disfrutes como un local.

Informaciones, historias, fotografías y vídeos como las que has degustado en este post del Sendero Playa Quemada-Playas de Papagayo, las podrás encontrar en nuestra guía, pero también en su extensiones en las redes sociales, a las que te invitamos a seguir o suscribirte.