La Caldera de la Rilla fue el segundo volcán que reventó en las Erupciones del Siglo XVIII. En concreto el 10 de octubre de 1730 alrededor de las 5 de la tarde, 40 días después del estallido del Volcán del Cuervo, según el escrito enviado del Ayuntamiento de Lanzarote al Archivo de Canarias el 17 de octubre de 1730.
“De presente ha reventado otro volcán en diez del corriente a las cinco de la tarde con poca diferencia, distante tres cuartos de legua del primero (el Volcán del Cuervo), con la circunstancia de haber abierto dos bocas, la una de la otra a tiro de buen mosquete apartadas, y muy cerca la primera de la iglesia quemada de Santa Catalina, y la otra de Mazo, echando por esta tanto fuego y arenas que a distancia de tres y cuatro leguas se siente la incomodidad que obra en la vista y el daño que hace en los tejados y tierras”.
[Recorres un espacio natural protegido, frágil y singular, único en el mundo. Respeta el itinerario y la señalética del sendero]
IMPORTANTE: Está prohibido crestear en la cima del cráter. Respeta la señalética.
Para alcanzar su cima y admirar el paisaje «martiano», absolutamente sobrecogedor, existen diferentes variantes: puede tomar la amplia vereda que parte del final de la carretera que le dirige a Tinguatón (desde aquí) o el senderito más irregular, pero muchísimo menos concurrido, que zigzaguea el Volcán de las Nueces (el vehículo hay que dejarlo en el «aparcamiento» de este volcán, localizado justo enfrente de Montaña Colorada).
Importante: Por favor, sea consciente de que está visitando un espacio natural protegido. Respete la señalética: el sendero está perfectamente señalizado y está prohibido crestear. Los límites del paseo están claramente señalizados.
Las arenas a las que se refiere la crónica remitida al Archivo de Canarias son las cenizas volcánicas que expulsó La Rilla, en cantidades desorbitadas, que explican en buena medida el paisaje vitivinícola de La Geria.
Una vomitera épica atendiendo al relato de Agustín Pallarés:
«Los límites que esa capa de lapilli negro alcanzó, medidas las distancias a partir del foco emisor de La Caldera de la Rilla, fueron los siguientes: Por el NO llegaron hasta el mismo pie del gran volcán de Caldera Blanca, lugar que dista del foco emisor más de 3 Km, no habiendo podido extenderse más allá a causa de la infranqueable barrera que la enorme mole de ese cono volcánico les oponía. Por el E las arenas se extendieron hasta alcanzar la localidad de La Florida, distante unos 8 Km. Hacia el SO se expandió el lapilli hasta las proximidades de Uga, localidad situada a más de 6 Km de distancia. En dirección S los lapillis llegaron a cubrir las faldas que miran hacia el volcán emisor de la serie de montañas que cierran la zona de La Geria por el lado de naciente, rebasando a dichas montañas en muchos puntos, al tiempo que contribuyeron a aumentar el espesor ya de por sí considerable que habían alcanzado con anterioridad en el territorio de La Geria».
4 kms
Da igual el número de visitas que hagas al Parque Natural de los Volcanes. Cada vez que vuelvas te va a seguir sorprendiendo el esfuerzo «logse» que te supone adentrarte en este espacio mágico.
En este caso cuatro kilometritos de chof chof (sonido al pisar el picón volcánico) que te llevan a la cumbre de lo que parece un cráter inofensivo. Y lo que dieron de sí esas bocas que se aprecian en su raíz, su aire nocivo: «se murieron repentinamente las reses vacunas que transitaban por Las Gerias y Chupadero, lo que se atribuye al subido olor a azufre que vaporiza la tierra por unos que llaman jameos, los que algunos de esta Junta y otras muchas personas han cruzado a pie y a caballo sin que se haya sentido el más leve accidente”.
Cuando se le presente un cruce de veredas tome el camino hacia la derecha, a Montaña Rodeo, en cuya falda localizará una pista amplia de tierra que le llevará directo a la cúspide de la Caldera de la Rilla.
A sus pies, en el mundo paralelo entre su vereda y el Volcán del Cuervo (a su izquierda), una riada de lava solidificada en la que anida el liquen y un alucinante montículo de cenizas en medio del malpaís a las que dan ganas de zambullirse.
¡Quién fuera hornito de lava o tubo volcánico!
A medida que nos acercamos a la Caldera la vereda va despegando paulatinamente y en un abrir y cerrar de ojos, colonia de aulagas y vinagreras mediante, el Señalo se nos planta en el hocico.
Suspende tus pies en el borde de la caldera al tiempo que contienes la respiración. «Bluf!». Es el momento: cualquier peso que traigas de casa, expíralo. «Bohhhh, ¡qué a gustito!».
Liviano como una pluma procedo a un 360º. ¡Bestialidad! En fin, hay que vivirlo. ¿Te animas?
CÓMO LLEGAR A LA CALDERA DE LA RILLA Y COSAS A TENER EN CUENTA
- DÓNDE: La Caldera de la Rilla se adivina desde la LZ-56. MAPA. El coche debe dejarlo a unos 200 metros de la zona de aparcamiento de Montaña Colorada, en dirección al Volcán del Cuervo al otro lado de la vía.
- No se salga de la veredita. Recuerda que está disfrutando de un espacio excepcional, pero singularmente frágil. Hay una veredita que se identifica con claridad. Por favor, sígala en todo momento, no se salga del camino.
- Calzado adecuado. En algunas partes de la ruta tendrá que pisar malpaís volcánico. Conviene calzarse adecuadamente.
- DISTANCIA: 4 kms para llegar a la Caldera de la Rilla. El ida y vuelta, 8 kms.
- DURACIÓN: Alrededor de 3 horas.
- VIVIDO: Jueves 4 de Noviembre de 2021, de 8:50 a 11:40 am.
LANZAROTE3.COM
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